Quiero pedir perdón a mis seguidores de Twitter. Lo cansina que he sido estos días que he pasado en Sevilla tuiteando mi viaje merece que lo haga. Pero es que lo he pasado TAN bien.
Mi amiga Loles ha sido una anfitriona de lujo para dos mañicos que llevaban peprarado el estómago desde casa para todo lo que hiciese falta.
Me he reído muchísimo todos estos días, sobretodo por las muchas diferencias entre el maño y el sevillano. ¿Una gilipollez?. Ajá. Pero divertida, qué coño. Porque no hay nada mejor que reírse de uno mismo y de los demás (sanamente, ojo).
Así que hoy, como he vuelto a Zárágozá con un trancazo de imprensión, sólo diré:
-¡Ozú, mi arma, cómo lo hemos pasaooo!
Y mi amiga me responderá, seguro:
- JODO, có. Aquí os espero para la próxima, mañicóóós.
Con lo que yo terminaré este diálogo de gran nivel:
- Ar favó, ¿es que lo dudas, illa?.
Este es el look que llevé el primer día de nuestra #aventurasevillana.
Mi amiga Loles ha sido una anfitriona de lujo para dos mañicos que llevaban peprarado el estómago desde casa para todo lo que hiciese falta.
Me he reído muchísimo todos estos días, sobretodo por las muchas diferencias entre el maño y el sevillano. ¿Una gilipollez?. Ajá. Pero divertida, qué coño. Porque no hay nada mejor que reírse de uno mismo y de los demás (sanamente, ojo).
Así que hoy, como he vuelto a Zárágozá con un trancazo de imprensión, sólo diré:
-¡Ozú, mi arma, cómo lo hemos pasaooo!
Y mi amiga me responderá, seguro:
- JODO, có. Aquí os espero para la próxima, mañicóóós.
Con lo que yo terminaré este diálogo de gran nivel:
- Ar favó, ¿es que lo dudas, illa?.
Este es el look que llevé el primer día de nuestra #aventurasevillana.